miércoles, 23 de marzo de 2016

El 24 de marzo no debería ser feriado

Basta de que el 24 de marzo sea un feriado. No tiene sentido. Es grosero. Es inmoral. Es injusto. Reabre viejas heridas.

Nuestros otros feriados patrióticos conmemora hechos grandiosos (25 de mayo, 9 de julio, 20 de noviembre) o a personas que hicieron grande a este país (20 de junio, 17 de agosto). El 24 de marzo, junto con el 2 de abril, conmemoran tragedias, hechos dolorosos que aún hoy repercuten.

¿Cómo es posible que en un día donde se recuerda la muerte, la tortura, la desaparición forzada, el robo de bebés, etc. haya gente yendo a vacacionar a la costa? ¿Tiene alguna seriedad que en la fecha donde se recuerda un delirio nacionalista que se cobró la vida de centenares de jóvenes los boliches ofrezcan promociones? Es una grosería desde todo punto de vista y una falta de respeto. No hay nada que festejar.

¿Quién conmemoraba el 24 de marzo? Los golpistas, que entre 1977 y 1983 usaban esa fecha para recordar el inicio de su "proceso", mediante misas, desfiles y propagandas en los medios. A 40 años del golpe seguimos conmemorando esa fecha. De tal manera, Videla, Massera y los que vinieron después nos legaron una fecha patria. Triste.

También es injusto. Nuestro país contó en el siglo XX con 6 interrupciones al orden democrático, siendo la de 1976 la última y la más larga. Nadie duda de que la dictadura inaugurada ese día fue la más sangrienta de todas, por lejos la que provocó más muertes, que inauguró auténtico estado de terror y convirtió a la desaparición en práctica sistemática. Pero no se puede borrar el resto del siglo XX. Tanto las víctimas de la dictadura filo-fascista de Uriburu, los fusilados por el gobierno de Aramburu o las víctimas de la represión militar por Onganía o Lanusse, entre tantas otras, merecen recordarse. Pero aún si ninguna de nuestras dictaduras hubiera provocado muertes la interrupción al orden democrático era el delito de origen. Focalizar en la persecución o la muerte es tapar el sol con un dedo. En otras palabras, no hay duda de que debemos recordar a las víctimas, pero no podemos dejar de recordar que la toma ilegítima del poder y la violación a la Constitución constituyen algo gravísimo, que jamás debe repetirse. Si no se tiene en claro el concepto de golpe de Estado y solo se cae en el aspecto material de la tragedia como sociedad habremos progresado poco.

Por otro lado, aún limitándonos a la última dictadura, es injusto también recordar solo esa fecha. No hace justicia a las víctimas del terrorismo estatal y para-estatal que tuvo lugar durante los gobiernos peronistas, lo cual es mucho más grave, por haberse llevado a cabo bajo el Estado de derecho. Limitar a las víctimas de la desaparición o el robo de bebés posteriores al 24 de marzo no hace justicia a la verdad histórica.

Por último, recordar al golpe reabre viejas heridas. Recordar a las víctimas del terrorismo estatal ignora recordar a las víctimas de organizaciones armadas. Nadie me malinterprete: No estoy diciendo que el terrorismo de la dictadura haya sido una "guerra" o que hayan sido dos demonios. Digo que la década del '70 fue muy dolorosa para los argentinos. hubo mucha gente que murió. Y hubo mucha gente inocente, muchos civiles (niños incluso) que murieron por las acciones terroristas subversivas. Estas organizaciones debieron haber sido combatidas bajo el amparo de la ley y la constitución, cosa que no se cumplió. Por eso es que recordar solo a las víctimas del terrorismo de Estado de la dictadura implica establecer una superioridad de ciertas víctimas sobre otras, que no es tal, porque toda muerte es una desgracia, hayan sido responsabilidad del estado, de fuerzas paramilitares o de agrupaciones subversivas. Y lo que es peor, muchos usan estas fechas para reivindicar a esas organizaciones terroristas.

Entonces ¿debe haber algún feriado? Si ¿por qué no recordar el 10 de diciembre? Esa fecha fue trascendental, porque además de coincidir con el Día Internacional de los Derechos Humanos fue el día que se volvió a la democracia para siempre. Eso si es algo para celebrar y para recordar con felicidad. Es motivo de festejo. Fue la fecha en que la violencia y la fuerza se rechazó como política válida para siempre e inauguró un largo período de democracia que, con sus vaivenes, sigue firme.

Antes que recordar a Videla diciendo que los muertos no están ni muertos ni vivos o a Galtieri llamando a los ingleses al combate ¿no sería mejor recordar y festejar la asunción de Alfonsín, a Sábato presidiendo la Conadep o a Strassera diciendo "señores jueces, nunca más"? ¿por qué seguimos festejando un golpe triunfante y no su derrota definitiva?

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